miércoles, 23 de abril de 2008

Mauricio Reyes Posada gana concurso de cuento Bogotá capital mundial del libro

Tirar la piedra y esconder la mano, de Mauricio Reyes Posada, es el cuento ganador en el concurso convocado por la revista Número, un importante proyecto que a su vez ganó la convocatoria de 2007 Bogotá un Libro Abierto creada por la Alcaldía Mayor de Bogotá. El cuento inicia el libro Los que cuentan, de Revista Número Ediciones, donde además figuran los cuentos que obtuvieron segundo y tercer premio y trece relatos de finalistas que el jurado integrado por Lina María Pérez Gaviria, Juan Gustavo Cobo Borda y Guillermo González Uribe, consideraron ser merecedores de ser publicados en esta bella edición de 53.000 ejemplares que ya goza de la luz y de la gloria editorial. En el acto de lanzamiento que se llevó a cabo el jueves 17 de abril en el Museo Nacional de Colombia, se destacó la participación de más 440 cuentos trabajados desde una mirada peculiar cada uno de ellos, la ciudad como trasfondo de la historia. Según el acta fechada enero 18 de 2008, el concurso …“permitió tener un panorama muy amplio de la escritura referida a Bogotá. Pobreza, desplazados, el cambio que ha representado transmilenio como espacio de encuentro y descubrimiento de la ciudad”.

Mauricio Reyes es un narrador nato, pese a que siempre ha estado dedicado a su profesión de abogado. La pasión por el oficio de narrador no riñe con los códigos ni con la correcta aplicación del Derecho, por eso tal vez se le conoce en el mundo de las letras aún desde antes de iniciar sus estudios universitarios. Su trabajo en la literatura, noble oficio con el cual es difícil llevar el pan a la mesa familiar, se define con las palabras constancia y dedicación. De ahí que haya logrado lugar destacado en el panorama de las letras y la cultura como miembro de un grupo de narradores que en la actualidad dejan su huella en las páginas impresas, libros de cuentos nacidos de vivencias cotidianas, de experiencias personales, de explorar el subconsciente desde donde afloran recuerdos que son la materia prima de sus cuentos de factura maciza, historias acabadas donde el planteamiento, el nudo de la acción y el desenlace lo caracterizan como un cuentista moderno y experimentado. Sus textos atrapan al lector, los finales lo desconciertan, dejan expectativa, es la imaginación del lector la encargada de interpretar la intención que subyace en el autor, quien entrega sin artificios de lenguaje pero con mucho talento, las claves para que la lectura tome el rumbo correcto.

El autor no es primerizo en estas lídes. En el último año como estudiante de Derecho, en 1968, ganó el concurso de cuento organizado en la Universidad Javeriana. Primer estímulo para seguir escribiendo. El cuento se llama El Triángulo. En un segundo concurso esta vez organizado por la Licorera de Boyacá en 1971, ganó el primer puesto con el cuento Casimiro mire Casimiro y se hizo merecedor de altos elogios por parte del Jurado. En 2001 Villegas Editores publicó bajo el título, Casimiro mire Casimiro y otros cuentos, una selección de 12 trabajos en este género. Este relato fue publicado también dentro de la colección Libro al Viento, que es la campaña más audaz en materia de proyección y estímulo cultural en la capital colombiana y que 2.600 metros más cerca de las estrellas, la Alcaldía Mayor de Bogotá lanzó para fomentar el hábito de la lectura, con un número atractivo de libros ubicados en los portales de Transmilenio y que viene unida a la pretención absolutamente válida de enseñarle a la persona a usar el libro, llevarlo a la casa y luego, como retribución a la confianza en ella depositada, lo retorne a su lugar de origen en cualquiera de las estaciones de este sistema de transporte.